La inspección visual convencional se limita a detectar las retenciones existentes en arquetas y registros de recogida de aguas. Los problemas interiores no son detectados hasta que se produce una retención grave. Mediante la inspección podremos localizar y prevenir estas retenciones para darles una solución.
La inspección consiste en la visualización interior de la tubería utilizando cámaras de vídeo, con el fin de detectar las distintas anomalías o causas de retenciones que se puedan encontrar. La utilización de equipos especializados nos permite localizar el origen, ubicar la posición y la causa de los problemas existentes, así como, prevenir las situaciones futuras.
Es imprescindible en la certificación de instalaciones nuevas, realizando la comprobación de los ajustes en las conexiones entre los distintos tramos de una red, antes de proseguir con las obras de pavimentación. Los equipos utilizados, junto con el análisis de imagen, permiten evaluar con detalle la gravedad del problema.
Este tipo de inspeccion se realiza mediante la utilización de cámara robotizada dirigida desde el exterior.
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